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Levirate Marriage (Spanish)

La práctica del levirato es una respuesta al dilema que plantea la muerte de un hombre sin hijos y la difícil situación de su viuda.


Marc Chagall

Matrimonio por levirato
Autor: Dvora E. Weisberg
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)

El matrimonio por levirato es una respuesta a los desafíos que surgían cuando un israelita moría dejando una viuda sin hijos. ¿Qué pasa con una viuda sin hijos que la cuiden? ¿Qué pasa con el “nombre” y la propiedad de un hombre en ausencia de herederos directos? El levirato, como se describe en Dt 25:5-10, ofrece una solución a ambas preguntas: dejar que el hermano del hombre muerto se case con la viuda y que los niños, o al menos el primer hijo de esta unión, sea “contabilizado” para el difunto.

En Rut 1, Noemí hace referencia al levirato mientras insta a sus nueras Rut y Orfa a regresar a sus familias de origen: “¿Acaso tengo yo aún hijos en mi seno que puedan ser maridos vuestros?… Y aun cuando dijera que esta misma noche voy a tener un marido y que tendré hijos ¿habríais de esperar hasta que fueran mayores? (Rut 1:11-13). Noemí argumenta que incluso si pudiera tener hijos que pudieran entrar en uniones de levirato, no sería razonable pedirles a Rut y a Orfa que esperen hasta que estos hijos tengan edad suficiente para casarse. Debido a que los hijos de Noemí están muertos y ella no tiene esperanzas de tener otros, sus nueras están libres de cualquier obligación con sus esposos.

Los académicos no están de acuerdo con respecto a si los eventos descritos en Rut 4 se relacionan con la institución del matrimonio por levirato (también conocido simplemente como “levirato”). Aunque, según Booz, el matrimonio “mantendrá el nombre del muerto en su herencia” (Rut 4:10), el matrimonio de Rut y Booz no parece ser un mandato de la ley del Deuteronomio, dado que Booz no es el cuñado de Rut, ni la genealogía en Rut 4 acredita al hijo de Rut en la línea de su difunto esposo. De alguna manera, las transacciones descritas se asemejan al proceso de redención de propiedad resumido en Lev 25.25, donde los parientes varones vuelven a comprar la propiedad que un pariente empobrecido se vio obligado a vender. Sin embargo, en Levítico no hay indicios de que la redención de la propiedad de un pariente esté relacionada de ninguna manera con el matrimonio de la viuda del pariente.

Irónicamente, los textos bíblicos ofrecen más evidencia de los posibles fracasos del levirato que de sus éxitos. En Gen 38, Onán se niega a embarazar a su cuñada Tamar; después de la muerte de Onán, un tercer hermano es negado a Tamar. Sólo engañando a su suegro Judá, obtiene Tamar los hijos que quiere: ¡de su suegro, no de su cuñado! El mismo libro del Deuteronomio reconoce que un hombre que se niega a casarse con la viuda de su hermano puede ser avergonzado públicamente, pero luego se libera de su obligación con la viuda y su hermano muerto.

Aunque el levirato es una estrategia para preservar el legado y la propiedad del hombre al darle un heredero póstumo, los hombres en la Biblia –Onán, Judá, el cuñado reacio de Dt 25— parecen resistir a las obligaciones de los familiares fallecidos y sus viudas. Son las mujeres –Tamar, Noemí, Rut— las que buscan reintegrar a las viudas en la familia de sus difuntos esposos y engendrar hijos a través del levirato o uniones similares. Quizás, a pesar del énfasis de la Biblia Hebrea en pretender proporcionar un “nombre” para un hombre que ha muerto sin hijos, el verdadero objetivo del levirato era visto como protección de las viudas, un objetivo valorado y perseguido más apasionadamente por mujeres que por hombres.

  • Dvora E. Weisberg

    Dvora E. Weisberg is associate professor of rabbinic literature and director of the School of Rabbinic Studies at Hebrew Union College–Jewish Institute of Religion in Los Angeles. Her publications include several articles and a book on levirate marriage.